La suspensión de los grandes eventos y festivales musicales alumbra esta primavera-verano la música en vivo en los bares, una realidad cada vez más estable en Bilbao y que representa un minimundo único musicalmente hablando.

El regreso progresivo a la normalidad anima iniciativas que van a enriquecer la vida del turista en Bilbao y que están agudizando el ingenio de los que se dedican y viven de la música: bares y grupos locales. Juntos, están renovando sus propuestas para atraer a turistas y aficionados y, de este modo, enriquecer el Turismo musical y la noche en Bilbao y fortalecer su músculo.

El Turismo Musical nunca muere

Los bares de rock-jazz-blues conforman una rama muy especial allá donde vayas, algo sobre lo que lleva tomando nota Bilbao desde antes de la pandemia del covid-19.

La selección musical de cada local, ingrediente clave en su propuesta, acaba dando lugar a comunidades particularmente unidas, que comparten unos gustos, unas señas de identidad y, en definitiva, una cultura. De hecho, se podría clasificar a los aficionados en función de qué bar es su preferido, aquel que sintoniza de manera especialmente afinada con su manera de entender la música y el mundo.

Los bares rockeros toman nota turística

Para hacer revivir la música en Bilbao, siete establecimientos han decidido sumar fuerzas en la Asociación de Bares Rockeros Intentando Resurgir (A.B.R.I.R.), sus siglas. Son cuatro locales del barrio bilbaíno de Iturribide (Las Ruedas, Elmetal, Zerua y La Espuela), dos de Barrenkale (Gure Txoko y Skulls) y uno de Somera (La Revenge), lo que equivale a una copiosa ración de heavy aderezada con dosis de punk, garaje, ska y rock más clásico.

A ellos se les suman otros locales que también apostaban por los conciertos musicales en vivo antes de la irrupción del coronavirus como son la terraza solidaria del Nave 9, el Itsasmuseum o Madame Lou Lou, con propuestas musicales que van desde el Jazz, con Malú Garay como exponente o Confluence, como uno de los mejores ejemplos de la confluencia entre rock-jazz y blues bilbaíno.

Pero los bares, tienen mucha más oferta: entre sus proyectos figuran actividades familiares para el verano («¡ya que no hay Aste Nagusia…!»), camisetas, conciertos, exposiciones de fotografía, charlas, tarjetas con premio para quien visite los siete bares… De alguna manera, se trata de que todo esto que ha ocurrido estreche todavía más los lazos de esas comunidades nacidas en torno a sus establecimientos.

Los responsables de cada bar han elegido cuatro canciones que consideran representativas del ambiente en su local y esto es lo que ha salido. Ya, no es lo mismo escucharlo en una ‘playlist’ de YouTube que en un garito oscuro y acogedor, pero sirve para aplacar la añoranza y la preocupación por la noche rockera de Bilbao.

Los rockeros son una gran familia unida por su pasión por el rock y su trabajo tras la barra.