Una hoja de acero curva y puntiaguda, de casi 56 centímetros de largo, con un afilado borde. Su forma es estilizada, su color brillante, y en su cara interna se distingue un delicado grabado con la inscripción «Herramienta Garantizada. Bellota». Aun así, cuesta imaginar que nos encontremos ante un hito del Patrimonio Industrial Vasco.
¿Qué tiene de especial una guadaña, un instrumento agrícola que ha sido utilizado durante siglos para segar a ras de tierra? ¿Tiene sentido incluir en una colección dedicada al patrimonio industrial esta herramienta, aparentemente más propia de un museo etnográfico?
A primera vista, poco o nada relaciona esta pieza con nuestra industria, con esas grandes fábricas encajadas en nuestros valles, perceptibles desde lejos por sus chimeneas de las que continuamente emanaban columnas de humo y por el inconfundible sonido de las sirenas que marcaban el día a día de tantas localidades.
Labrar piezas artísticas de plata, oro y otros metales preciosos. Un trabajo minucioso que requiere de pericia, finura y firmeza de pulso, el trabajo del orfebre.
Una labor pausada, en la que el ser humano se ha empleado desde que empezara a dominar el manejo de los metales, hace más de 8.000 años. Una de esas habilidades que raramente asociamos a la mecanización y los procesos metalúrgicos que han caracterizado la industrialización en tierras vascas.
Podemos pensar que es un oficio artesanal, pero la Revolución Industrial también llegó a las tareas aparentemente más exquisitas. De no ser por ello no habrían existido las bandejas, las jarras, los candelabros, las cuberterías labradas y tantos otros utensilios que llenaron los hogares de toda condición, generalizando el uso de objetos que, de otro modo, habrían seguido siendo privilegio de las clases más acomodadas.
Máquinas no muy diferentes a las empleadas en las empresas metalúrgicas facilitaron el trabajo de la plata, la alpaca, el bronce y el latón, permitiendo simplificar las tareas de martillado, batido, cortado y ensamblaje. Los talleres de orfebrería se dotaron de prensas, martillos, tornos, replicadoras, grabadoras y mucha otra maquinaria, a menudo de fabricación extranjera, y fueron evolucionando de pequeños establecimientos familiares a fábricas de cierta entidad.
Son reliquias conservadas por la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP) que nos recuerda que nuestra historia reciente se halla inexcusablemente vinculada a la industria, a las fábricas, a las actividades económicas directamente ligadas a la producción de materias básicas, bienes de equipo y de consumo.
Por ello, Ekoos Hostel sostiene su filosofía sobre el Patrimonio Industrial vasco, otorga a Euskadi una identidad propia, que queremos descubrir y resaltar contigo desde nuestro showroom.
La actividad industrial capitaliza la imagen histórica del País Vasco en los dos últimos siglos, ha sido motor de su expansión y del devenir económico que informa el desarrollo y la formulación de la sociedad actual. El patrimonio material heredado de este proceso de alguna forma singulariza al País Vasco y por ello debe ser considerado como una seña importante de su identidad.
Así, el patrimonio industrial, lo industrial, debe entenderse como un objeto amplio que abarca no sólo los inmuebles, estructuras arquitectónicas y maquinaría de producción, sino también las vías de transporte y comunicación, a través de las que llegaban las materias primas y se comercializaban los productos, las residencias, centros asociativos y asistenciales de los trabajadores, los servicios públicos y, en última instancia, los propios paisajes modificados por la actividad extractiva e industrial.
Carta de Nizhny Tagil (2003) sobre el valor del Turismo Industrial
El Patrimonio Industrial se compone de los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación.
AVPIOP comparte con Ekoos Hostel muchos de sus objetivos
Como es el de promover el desarrollo sostenible, en particular, a través de la colaboración activa en todas aquellas tareas encaminadas a la conservación y puesta en valor del patrimonio industrial y la obra pública, exigiendo el respeto a su autenticidad y a la de su entorno edificado y natural.
También trabaja en la investigación y catálogo en su Showríoom del Patrimonio Industrial y la Obra Pública, así como potenciar su conservación a través de la revalorización y reutilización de dicho Patrimonio.
También es importante para Ekoos Hostel sensibilizar a la opinión pública y a la ciudadanía en general de la riqueza cultural, educativa, social y económica de nuestro patrimonio industrial y obra pública. Esta riqueza es insustituible: la destrucción de cualquiera de sus valores acumulados nos empobrece, pues ninguna creación nueva, por buena que sea, podrá compensar su pérdida.
Promocionar la cooperación internacional para la salvaguarda, conservación, desarrollo, documentación, e investigación del Patrimonio Industrial y de la Obra Pública.
En definitiva, fomentar cualquier actividad que contribuya al reconocimiento del pasado industrial de Euskadi a partir de la puesta en valor de su patrimonio industrial y Obra Pública.